La terna de partidos de la pasada jornada comenzó enfrentando a nuestro equipo cadete con el del Club Villanovense “B”, un equipo de mucha altura, muy plantado en el campo y con una gran pegada.

Esto es algo que fuimos conociendo a lo largo del encuentro, pues apenas teníamos referencias suyas.

Gracias al buen hacer, pero, sobre todo, a la buena actitud de las peleñas, el marcador siempre nos fue favorable, desplegando un juego que hacía muchos años que no se veía en este pabellón.

Con unas colocadoras en estado de gracia, repartiendo el juego con una inteligencia propia de jugadoras de muy alto nivel, un ataque por las puntas tan espectacular como eficaz y una férrea defensa del resto de jugadoras, demostraron una clara superioridad sobre el equipo rival, al que apenas dieron opción, salvo en el tercer set, que debido a la relajación física y mental de las locales permitieron un mayor chance al equipo visitante.

Y no podemos olvidar que en nuestro equipo no contamos con jugadoras de gran experiencia, sino por infantiles y otras de reciente incorporación al mundo del voley.

El partido infantil apenas tuvo historia, ya que tras un comienzo algo titubeante de las chicas de Lacimurga, éstas se centraron y pusieron de manifiesto toda la calidad que atesoran, demostrando una actitud y una madurez en el campo propia de equipos consolidados. Tal es así que, en el segundo set, no encajaron ni un solo punto, quedando el marcador de las rivales a cero, algo muy difícil de conseguir en este deporte, y más, tratándose de esta categoría, lo cual sólo se consigue gracias al trabajo, el esfuerzo y el sacrificio diario de las chicas.

Por esta razón, por muy fácil que pareciera la victoria o, por muy débil que pareciera el rival, he de decir, que ningún partido se regala, que todo se debe a un trabajo realizado de gran calidad a lo largo de los meses y los años y a la gran actitud puesta por nuestras jugadoras, lo cual hace que los equipos rivales demuestren menor nivel del que realmente tienen. Además, debemos tener en cuenta que durante mucho tiempo coincidieron en la cancha hasta tres alevines.

Por eso, en este difícil deporte el aprendizaje y la evolución vienen marcadas por tres cosas, actitud, actitud y actitud.

 

LACIMURGA OÉÉÉÉÉÉ