Tras casi dos meses sin competir llegó un nuevo partido, una ansiada vuelta que todos esperábamos con gran ilusión y expectación. Después de tanto tiempo siempre se generan dudas en el juego por la falta de ritmo y la falta de adrenalina que contiene en el aire de la competición.

Nada más lejos de la realidad, las infantiles del club Lacimurga se plantaron en el campo con gran seriedad y demostraron en todo momento su enorme evolución y el resultado de tantos días de entrenamiento.

De esta forma, y pese al gélido ambiente de la cancha, resolvieron el partido con un contundente 3-0 frente a Brozas, ofreciendo cada vez más cohesión como equipo, algo que quizás sea lo más difícil de conseguir en este complicado deporte.

 

1,2,1,2,3, LACIMURGA OÉÉÉÉ!!