Por fin llegó el día en que dio comienzo una nueva liga de voley. Una liga cargada de ilusiones renovadas y nuevas expectativas. El primer partido transcurrió cómo si nosotros mismos hubiésemos escrito su guion. Un juego por momentos espectacular, un pabellón repleto de público que no paró de animar y que vibraba con cada jugada y un gran rival, Brocense, que nunca bajó los brazos y nos obligó a no relajarnos en ningún momento.

A un primer set de ensueño donde no dimos ninguna opción al rival, le siguieron los dos siguientes, que si bien no fueron tan vistosos, sí nos sirvieron para asentar nuestro juego basado en un sistema de novedoso y algo complicado de aquilatar en tan poco tiempo con niñas tan jóvenes.

En definitiva, un partido solventado con aparente facilidad, pero nada más lejos de la realidad y, en el que todas las jugadoras pudieron sentirse participes de un equipo que no tiene límites en su evolución, fruto de su buen trabajo y esfuerzo, habiendo aprendido la lección de que si se quiere se puede.

Aun así, queda mucho por mejorar, pero sobre todo mucho por recorrer y disfrutar.

 

 

1,2, 1,2,3 LACIMURGA OÉÉÉ